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¿Tu gato orina mucho? | La insuficiencia renal crónica
Hoy te vengo a hablar de un tema común que ocurre en muchos gatos cuando alcanzan edades maduras: la insuficiencia renal crónica.
¡Hola animaleros!
Cuando los gatos llegan a ciertas edades (por encima de los 8-10 años), muchos de ellos comienzan a presentar degeneración en sus riñones. Esta degeneración es lenta, progresiva y aunque no tiene cura, sí tiene un tratamiento con el que se puede mejorar su calidad de vida.
¡Ojo! No es el único tipo de insuficiencia renal que existe, hay otras como la insuficiencia renal aguda (por ejemplo por intoxicaciones), alteraciones congénitas, otras secundarias a tumores (por ejemplo linfomas renales), pero en este post me quiero centrar en la enfermedad renal crónica que se produce por la degeneración lenta y progresiva de las nefronas, (que es, sin lugar a dudas, la más común de todas ellas).
¡Vamos a comenzar!
Comenzamos explicando la sintomatología característica, es decir, los signos clínicos que puedes notar a tu gato desde las etapas más iniciales hasta en las más avanzadas de esta enfermedad:
Por su naturaleza, los gatos tienen gran tendencia a esconder sus debilidades. Cuando un gato no se encuentra bien, lo más normal es que se esconda o tenga comportamientos que no suele tener de forma habitual.
En las primeras fases de esta enfermedad, te encontrarás signos muy leves: bebe más agua y orina más cantidad ("polidipsia" y "poliuria").
Cuando la enfermedad va avanzando, se hacen evidentes otros signos clínicos (que además son mucho más llamativos): pierden peso, de forma lenta y progresiva; tienen un mal pelaje, áspero, sin vida, con caspa; tienen pérdida del apetito o incluso alguno llegan a a la anorexia durante días; presentan náuseas y vómitos, aunque sean esporádicos y no todos los días; tienen mal aliento ("halitosis"), pueden salir úlceras en la parte interna de la boca; en general se encuentran muy débiles y pasan más horas durmiendo que antes.
Cuando notes estos signos, debes acudir a tu centro veterinario, donde le realizarán a tu gatito ciertas pruebas:
Analítica sanguínea:
- Con ella, tu veterinario lo que busca es ver el grado de toxinas que se están acumulando en sangre. Con "toxinas" no me refiero a que tu gato se haya intoxicado con algo que se haya comido, sino a la urea, fósforo y creatinina. Son sustancias que, cuando el riñón no funciona bien, se dejan de eliminar en la orina en las cantidades adecuadas, y secundariamente, se acumulan en sangre.
- El aumento de estas sustancias es lo que produce que tu gato se encuentre mal, tenga vómitos, le salgan úlceras, deje de comer, etc: cuando la urea se acumula, produce lo que llamamos "gastritis urémica", que genera mucho malestar y produce náuseas y vómitos. Secundariamente, también entra en anorexia y pierde peso. Además, la urea también es la responsable de que le salgan úlceras en el interior de la boca a tu gato.
- Pero no sólo se pueden alterar estos parámetros, hay otros que también pueden verse afectados, como por ejemplo el hematocrito: los riñones son órganos que interfieren en la liberación de eritropoyetina (EPO), que juega un papel importante en al generación de glóbulos rojos. Si los riñones no funcionan bien, tu gato, a largo plazo, tendrá anemia crónica no regenerativa.
Analítica de orina:
- Hay que descartar si además de una nefropatía crónica existe algún tipo de infección, puesto que esto agravaría el pronóstico. Para ello, tu veterinario tomará una muestra de orina de tu gatito (no te asustes si lo realiza puncionando su vejiga con una aguja fina, a esto se le llama "cistopunción" y es un método para recoger la orina de forma estéril).
- Normalmente, esta orina se enviará al laboratorio a cultivar y realizar un antibiograma, una vez se haya visualizado al microscopio y se haya analizado.
- Una prueba que es posible que te realice se llama "UP/C": es el cociente de creatinina/proteína que tiene tu gato en su orina, y precisamente, sirve para comprobar, si se está perdiendo proteína por la orina debido a que el riñón no funciona bien.
Ecografía abdominal:
- Tú en este momento te preguntas "y si ya veo que en la analítica están mal sus riñones, ¿por qué tengo que realizarle esa prueba?", pues por la sencilla razón de que muchas veces existen patologías concomitantes a una degeneración de las nefronas, es decir: hay que descartar la presencia de dilataciones de pelvis, ver la estructura que tienen esos riñones, cerciorarnos si hay o no cálculos (ya no sólo en los riñones, sino también en los uréteres y vejiga), además de ver el resto de órganos que también pueden estar afectados: como te comentaba en el espacio dedicado a la sintomatología, tu gato puede estar sufriendo una gastritis (inflamación de las paredes del estómago), o padecer de una degeneración grasa hepática ("lipidosis hepática"), secundaria a la anorexia.
Tensión arterial:
- La insuficiencia renal es una de las causas que producen hipertensión arterial en tu gato. Una hipertensión severa puede producir graves daños en distintos "órganos diana" (ojos, corazón, cerebro y los propios riñones). Por ello es importante su chequeo rutinario y ponerle el tratamiento adecuado.
Una vez tu gatito ya esté diagnosticado, si se encuentra grave o en ese momento tu veterinario cree beneficiosa la administración de suero intravenoso, te propondrá mantenerlo hospitalizado para ayudarle a eliminar estas "toxinas" que se han acumulado en su sangre.
Cuando se pueda ir a casa, habrá que administrarle un tratamiento (crónico), que le ayudará a mejorar su calidad de vida.
Pero no sólo la medicación es la clave del éxito, aquí entras tú en juego: en este punto te voy a contar las cosas que tú puedes hacer en casa para mejorar su calidad de vida.
- Libre disposición de agua fresca y limpia: tu gato no es capaz de concentrar su orina, por lo que va a orinar mucha cantidad, y de forma secundaria va a requerir beber más cantidad de agua para no llegar a deshidratarse. Es muy importante que le proporciones a tu gato facilidades para que ingiera la cantidad de agua que su organismo necesite: puedes utilizar fuentes de agua en las que está corriendo de forma constante en un circuito cerrado, cambiarle el agua del bebedero varias veces al día, hay gatos que les gustan más los cuencos de plástico, otros los de metal, lo importante es amoldarse al gusto de tu felino para que siempre pueda tener acceso al agua fresca.
- Manejo dietético: lo ideal es que coma una dieta baja en proteínas y en fósforo, dado que gran cantidad de proteínas puede agravar aún más el estado de los riñones. Además, debe ser una dieta con suficiente cantidad de potasio, ya que los gatos que padecen de una enfermedad renal crónica, suelen tener niveles de potasio bajos porque se pierden con la orina. También deben de contener vitaminas hidrosolubles (C y B), ya que, como su nombre indica "hidrosoluble", se diluyen en la orina y se pierden con facilidad. Así mismo debe de ser una dieta altamente energética, porque se trata de enfermos crónicos, cuyo estado metabólico se encuentra en catabolismo, es decir, que su demanda energética es muy elevada. Un truco para mejorar la palatabilidad de las comidas de tu gato sería añadir un poco de aceites omega 3 y 6 en sus comidas (saben bien, y le darán este aporte extra de energía que necesitan).
- Visitas regulares a tu veterinario: como no podía ser de otro modo, tengo que recomendarte encarecidamente que realices los chequeos periódicos a tu gatito, donde tu veterinario podrá comprobar cuál es su estado de salud, y si hay que hacer algún ajuste ya sea en su medicación o en su dieta.
Espero que te haya resultado útil este artículo y que te haya gustado. Como siempre, te animo a que visites mi canal de Youtube donde subo vídeo cada semana, y si te apetece, que te unas a las redes sociales para que formes parte de la comunidad de propietarios.
¡Un abrazo!
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